Quiero que sepas que te quiero;
aunque la locura misma nos nuble el escaso juicio que nos queda después de tantos recuerdos y entre paredes nos veamos distorsionado el rostro.
Porque eres tú;
solamente tú.
Aunque el sol se apague y la luna menguante llore.
Aunque todo se desmorone y tus labios susurren un: ya no más.
Mis manos sujetarán las tuyas mientras repito en eco, te quiero.
Porque eres tu; solamente tu.
A quien espero con el corazón abierto.